¿Sabías que muchas consolas se pueden modificar para jugar videojuegos que no son originales o que son copias no autorizadas? Pues sí, es una práctica que ha tenido un auge hace unos años. Recientemente, esta actividad ha disminuido debido a la gran cantidad de videojuegos que se pueden descargar directamente desde las tiendas en páginas web, como las de Xbox, Steam o Epic.
Pero, ¿de qué trata esa modificación? Al llamarlo pirateo no referimos a la alteración de la consola para lograr ejecutar copias de los videojuegos originales y los que no son. Por lo que el usuario en caso de comprar el juego paga mucho menos que uno original.
Ahora se está utilizando el término jailbreak en vez de pirata. Significa pasar por alto las restricciones del firmware original del equipo para después ejecutar un código o instrucciones no firmadas y ejecutar el videojuego sin ningún tipo de restricción.
De este modo, hay personas que, teniendo conocimiento de programación, logran desarrollar aplicaciones para esa consola determinada. También pueden copiar juegos de otra plataforma e incluso aprovechar el hardware para otras cosas. Como, por ejemplo, minar criptomonedas.
¿Cómo afecta el pirateo de consolas?
El pirateo puede afectar el hardware o el software de la consola. Por un lado, siendo lo más común, tenemos las debilidades en el software. Un hacker puede burlar el firmware y conseguir ejecutar códigos personalizados, aunque los fabricantes, al detectar este fallo, pueden realizar actualizaciones en el sistema para eliminar dichos errores.
Y, por el otro lado, la modificación del hardware a veces llega a ser engorrosa. Ya que se deben ejecutar cada vez que encendemos la consola. Y si no se tiene mucho conocimiento podemos llegar a dañar el equipo.
Ahora bien, ¿es legal piratear las consolas? Si nos basamos en la ley, un equipo de tu propiedad podría ser modificado mientras no la uses para fines ilegales o comercializar esta alteración. Obviamente, la garantía la perderás automáticamente, ya que a ninguna empresa le gusta esta práctica.
Debido a que este pirateo de consolas ha sido un dolor de cabeza para las compañías creadoras de videojuegos, año tras año han buscado mejorar la seguridad de estos equipos para ponérsela difícil a los piratas.
Las consolas más pirateadas

Sega DreamCast
Fue la sexta y última consola de Sega lanzada en 1998 y a los dos días ya había sido pirateada. Aunque se vendió bastante, muchos usuarios consiguieron el cd booteable para engañar al sistema y poder jugar videojuegos ilegales.
PlayStation 1, 2 y PSP
La PlayStation 1, lanzada en 1994, ha sido una de las que más dolores de cabeza le ha dado a Sony. A los pocos meses de su lanzamiento se conseguían los discos de swap y el método más famoso o típico fue el de los chips. Muchas tiendas los vendían ya modificados.
En el 2000 llegó la PlayStation 2. Para piratearla se utilizaban los mismos métodos que su predecesora. Quitaban el disco que se estaba reproduciendo en caliente y se colocaba otro, conocido como Swap Magic, para engañar al sistema o le cambiaban el chip. También lo podían hacer con una tarjeta de memoria con la que se instalaba un custom firmware de otra consola pirateada previamente.
Cuatro años después llegó la PSP con depurador en la batería para evitar el pirateo. Su función era validar que la batería fuese especial para la ejecución de los códigos en el equipo. Pero los piratas lograron descubrir el truco y hasta las pilas normales las convertían en especiales. Fue tan famoso este pirateo que el programa para liberar esta consola se conocía como el “Despertar del Cementerio”.
Xbox 360
La segunda consola de Microsoft salió al mercado en el 2005. Rápidamente, entró en los radares de los piratas. Aunque la compañía siempre estuvo pendiente, año tras año, de las debilidades del equipo, no pudo contra los piratas de software.
Nintendo DS, 3DS, Wii y Switch
El Nintendo DS llegó al público en el 2004 y fácilmente fue atacada por los piratas, ya que no le crearon un firmware que fuese actualizable. No eran necesarios los chips ni payloads. Solo era necesario un flash carts o flashcards. Estas eran tarjetas para DS alteradas con un custom firmware. Como era muy fácil hacer eso, los dispositivos se vendían como pan caliente.
La Nintendo 3DS fue muy fuerte en sus inicios y pocas versiones sucumbían ante el flash carts. La compañía siempre baneaba de su sistema a todo aquel que mostraba una consola modificada. Pero al final de su vida útil, desde el 2015, los usuarios lograban fácilmente esquivar la seguridad de la consola, instalando una copia de la NAND en una microSD.
De esta manera, el equipo quedaba intacto y no eran baneados. Los usuarios llevaron al límite el equipo, ya que lograban a ejecutar códigos no firmados con unos simples imanes para la 3DS y New 3DS.
La consola Wii, según los conocedores, ha sido la consola más pirateada en la historia de los videojuegos. Siendo un equipo que puede ser modificado con un chip o sin el. Otra de las formas es con una memoria USB o una tarjeta SD, donde se descargan unos programas, como el Lettebomb o el FashHax.
Por último, tenemos la Nintendo Switch, con la que la compañía se tomó muy en serio su lucha contra la piratería. Sin embargo, cometieron un error en su primera versión en el modo de depuración oculto. Se podía anular la conexión de Joy-Con un par de pines. Con esto la consola pasaba a un modo de depuración.
Como pudiste leer, son varias las que han sido pirateadas a lo largo de los años. Se salvaron la Atari, la NES y todos los juegos que, por ser de una tecnología anticuada de cartuchos, al usuario no le quedaba otra que comprar, intercambiar o rentar el título. Coméntanos, ¿tuviste algunas de estas consolas que se podían piratear?
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