Actualmente, Android es un sistema operativo robusto y consolidado en una gran cantidad de dispositivos inteligente, pero antes no lo era tan rotundamente. Inicialmente, era un software más sencillo, con errores que se iban descubriendo con el tiempo. Como este que permitía rootear un móvil con un mensaje.
No era descabellado encontrar errores en un sistema operativo. Pero este en particular llamó la atención. Con solo escribir “root” en el teclado Gchat el usuario conseguía permisos de superusuario. También funcionaba con las palabras “shutdown” y “reboot”.
Luego de un tiempo, los ingenieros Jeff Sharkley y Kenny Root se dieron cuenta y notificaron al equipo de Android, incluyendo a quien los lideró, Cheet Haase.
Después de lanzar la aplicación ConnectBot en la tienda de Android, recibieron un sinfín de quejas de los usuarios indicando que al escribir “reboot” en la consola que incluía aplicación, el teléfono inteligente se reiniciaba.
Inicialmente, no lo tomaron muy en cuenta, pero terminó por convertirse en un problema aterrador para el equipo creador del sistema operativo.
Lo que pasaba era que los eventos en el teclado del sistema operativo eran enviados a una consola siempre abierta y habían dejado los permisos “Root” en ella. Al ser notificados de dicho problema, los ingenieros solo hicieron a la consola invisible. Pero el problema seguía latente porque la consola seguía abierta.
¿Qué hace la instrucción root en el sistema operativo de Android?

La instrucción “root” permite rootear el sistema operativo, por lo que el usuario pasa a ser superusuario. Así puedes hacer cambios profundos en el sistema operativo y tomar el control total de tu dispositivo. Actualmente, ya no tiene mucho sentido hacerlo.
Como superusuario puedes instalar otra versión de Android a celulares ya desactualizados. También puedes sacarle el jugo al máximo a tu dispositivo aprovechando mejor los componentes internos. Por ejemplo, puedes instalar aplicaciones para modificar la frecuencia del procesador o desinstalar aplicaciones propias de Google. Sí, esas mismas que nunca se deben eliminar.
Pero también están las desventajas. Como la de perder la garantía del dispositivo o que si instalas una versión de Android diferente a las usadas comúnmente, lo más seguro es que no consigas ningún soporte.
Con todas las mejoras que traen las nuevas versiones de Android ya no es necesario rootear un dispositivo inteligente. Ahora bien, coméntanos, ¿has rooteado alguna vez algún teléfono inteligente con sistema operativo Android?
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