La ciencia moderna ha despedido hoy a uno de sus grandes cerebros, el físico británico Stephen Hawking. Sus familiares fueron quienes les dijeron al mundo que el científico había muerto. “Estamos profundamente entristecidos por el fallecimiento de nuestro padre hoy”, dijeron sus tres hijos, Lucy, Robert y Tim, en un comunicado publicado a primera hora de la mañana del miércoles 14 de marzo de 2018.
Las causas de su muerte no se han precisado, pero Stephen Hawking padecía desde los 22 años de esclerosis lateral amiotrófica. Y aunque los médicos solo le dieron dos años de vida, el físico vivió 54 años más. Aunque la enfermedad le dejó en una silla de ruedas e incapaz de hablar sin la ayuda de un sintetizador de voz, él cumplió su objetivo “Demostrar que la gente no debe estar limitada por discapacidades físicas, siempre que su espíritu no esté discapacitado”.
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Hawking, una mente brillante

Su nombre completo es Stephen William Hawking y nació en Oxford el 8 de enero de 1942. Es el hijo mayor del prestigioso biólogo Frank Hawking y de Isobel Walker, que había llegado a la ciudad universitaria huyendo de los bombardeos alemanes sobre Londres.
Aunque no fue un estudiante destacado en St Albans, Londres, sus compañeros lo apodaron “Einstein” por su facilidad para comprender la ciencia. Se matriculó en matemáticas y física en Oxford en 1959, estudios que encontró tan fáciles que, según él mismo calculó, sacó adelante con solo mil horas de estudio: una al día.
Fue la cosmología lo que realmente lo atrajo, la gran pregunta del origen del universo. Y a ello dedico sus estudios de posgrado en la universidad de Cambridge. En 1963, un año después de licenciarse, se le diagnosticó la enfermedad.
Un punto muy importante en su vida fue su matrimonio con Jane Wilde, estudiante de filología, del que nacieron sus tres hijos. Este duró hasta 1990. Su más famoso hallazgo científico fue el del fenómeno que se conocería como la radiación Hawking, por la que los agujeros negros desprenden energía hasta desaparecer.
Un espíritu indómito
Fue la fuerza con la que aferro al mundo a pesar de su enfermedad, lo que hizo que se le reconociera en el mundo científico. Hawking se convirtió en una figura de culto para el gran público. Parte de su ´popularidad también proviene de su idea de que la ciencia descubriría algún día “la teoría del todo”, que exploraría en su libro Breve historia del tiempo.
En 1985, una neumonía empeoró su salud, obligándole a respirar por un tubo. Nunca más pudo usar su voz. El físico logró comunicarse gracias a un artefacto electrónico, un sintetizador de voz, le permitió superar el silencio y de que forma. La voz robótica de Stephen Hawking se convirtió en parte de su leyenda.
Stephen Hawking viajó por todos los continentes, incluida la Antártida. Ganó varios premios, entre ellos las Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA en 2016, aunque el Nobel se le escapó.
Se convirtió en un icono de la cultura popular de nuestros días. Hawking apareció en varias ocasiones en la serie The Big Bang Theory, de la que se declaraba fan, y mereció un personaje en Los Simpson. Celebró su cumpleaños número 60 en las alturas en un globo aerostático. Cinco años después, probó la gravedad cero a bordo de un Boeing 727. ¡No hubo límites físicos que detuvieran su espíritu, gracias por tanto Hawking!
Imagen: Google Imágenes