Una de las mayores interrogantes de la comunidad científica a nivel mundial relacionadas con el espacio, se develó. Si, astrónomos, astrofísicos y hasta aficionados se preguntaban cómo son realmente. Hablamos de un Agujero Negro y antes que nada, las imágenes que se habían visto eran simulaciones basadas, en modelos teóricos, siguiendo las leyes físicas que conocemos.
Ahora bien, los agujeros negros son cuerpos celestes de una gran masa en un volumen muy pequeño. Como su masa interna es muy densa y elevada, se genera un campo gravitatorio tan fuerte, que ni siquiera la luz o la materia pueda escapar de él.
Un ejemplo de esto, es como si nuestro planeta tuviera el volumen de una canica pero con el mismo peso. En otras palabras, sería un objeto muy pequeño y extremadamente pesado.
Un suceso histórico
El 10 de abril de 2019, a las 15:00 horas, la Comisión Europea, el Consejo Europeo de Investigación y el Proyecto Internacional Telescopio del Horizonte de Sucesos (EHT, por sus iniciales en inglés) presentaron un resultado inédito en la observación de estos monstruos del espacio.
Siendo la primera vez que se exhibe una imagen de un agujero negro, ubicado a unos 55 millones de años luz. En una galaxia masiva, llamada de Messier 87 (M87), en el cúmulo de Virgo. Donde el área oscura central es la sombra de este gigante.
El agujero negro fotografiado fue bautizado como Powehi. El nombre fue dado por Larry Kimura, un profesor de idioma hawaiano en la Universidad de Hawaii en Hilo. El significado hace referencia a una frase hawaiana que quiere decir “fuente oscura, embellecida de creación interminable”.
¿Cómo consiguieron la imagen, el agujero negro?

Para lograr la imagen, los cientos de científicos realizaron un esfuerzo descomunal. Si tomamos en cuenta de que sería como fotografiar un objeto del tamaño de una naranja en la Luna, desde nuestro planeta. Además, teniendo una resolución lo suficientemente buena para reconocer el objetivo.
Así, durante 5 días en abril del 2017, astrónomos especializados estuvieron observando con los potentes radiotelescopios alrededor del mundo. De esta manera se funcionaron como uno solo y tener una potencia de un telescopio del tamaño de nuestro planeta Tierra.
Los radiotelescopios involucrados en la descomunal investigación son los siguientes:

- Submillimeter Telescope (SMT) en Arizona, Estados Unidos.
- James Clerk Maxwell Telescope (JCMT) y Submillimeter Array (SMA), ambos en Hawaii, Estados Unidos.
- También el Large Millimeter Telescope (LMT) de Mexico
- El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) y Atacama Pathfinder EXperiment (APEX), ambos en Chile.
- International Research Institute for Radio Astronomy (IRAM) en España.
- Y el South Pole Telescope (SPT).
Luego de las observaciones, los científicos las estudiaron y procesaron durante 2 años, obteniendo además de la foto, unos datos impresionantes. Determinaron que tiene un pozo gravitacional de unos 40.000 millones de kilómetros, lo que equivale a unos 3 millones de veces el diámetro de la Tierra. Además, estimaron que tiene una masa de aproximadamente 6.500 millones superiores al Sol. Evidentemente números astronómicos.
De igual importancia, se observa en la imagen el horizonte de sucesos, que es el borde de la sombra. Lugar donde la fuerza de la gravedad es inmensa, impidiendo que la luz escape.
También, podemos ver un anillo de fuego muy brillante que rodea el agujero negro. De hecho, esa zona luminosa son gases súper calientes que están siendo absorbidos por este descomunal monstruo.
Y por si fuera poco, ese anillo es tan brillante, que supera el brillo de los millones de estrellas de la galaxia combinadas. Por esta razón, es que pudo ser captada por los radiotelescopios.
Un proyecto de larga data
En el año 1993, profesor Heino Falcke se le ocurrió la idea de combinar varios telescopios y poder realizar una fotografía de un agujero negro, siendo un estudiante de doctorado.
Pensó que estos agujeros negros generarían emisiones de radio en torno a ellos. Por lo que si esa radiación era lo suficientemente poderosa, sería capaz de ser captada desde la Tierra.
Así, Falcke insistió en su idea, hasta que por fin logró convencer al Consejo de Investigaciones Europeo. De tal manera, que financiaron el comienzo del proyecto. Luego la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos y otras similares se unieron aportando más recursos. Al final de cuentas, la investigación contó con unos 50 millones de dólares.
Aunque fue una ardua investigación, rindió sus frutos, para el profesor Falcke el objetivo fue alcanzado y fue un gran avance para la astronomía y la ciencia. Coméntanos ¿Qué tal te pareció la imagen? ¿Cubrió tus expectativas?
Imagen: Pixabay